Son pocos los poemas de Sui-Yun que podemos encontrar en Internet. Esto no significa, por supuesto, que la obra de la poeta sea breve. Sui-Yun, hija de padres chinos y nacida en Iquitos (1995), ha publicado cinco libros de poesía. Entre ellos; Rosa Fálica (1983), libro con el que «alborotó las mentes limeñas», cuenta Lenin Pérez García en la introducción de la antología exigua Cada vez que me ve el viento (Dirección descontrolada de cultura San Martín, 2017).
Dotada de un erotismo, a veces lujurioso, la poesía de Sui-Yun tiene su origen en el verbo: la sangre. La sangre que simboliza la vitalidad y también lo sagrado. La sangre como vehículo de la vida. «Nadie puede ensangrentar mi lujuria/ mas que el propio verbo«. Pero también está provista de sutileza y contemplación: «yo te adoro, como el crepúsculo que se aleja en la medianía del cielo» o cuando el yo poético-madre se refiere a su hija: «AZUCENA/ mi niña/ bambú en espíritu/ medita detenidamente/ en el infinito«.
Sui-Yun elige expresarse a través del movimiento, la existencia y el estado del sujeto: «En un intento de zozobra el mar arrastra mi vientre como una luna/ bermeja«.
Así pues, presentamos a continuación una selección de 8 poemas de Sui-Yun. Estos han sido extraídos de los libros Rosa fálica y Cada vez que me ve el viento. Cabe mencionar que la publicación de este conjunto de textos ha sido autorizada por la poeta para leepoesia.pe
Amor, camino al Universo
el espejismo ensanchando sus alas blancas de libélula
Orquestando el otoño en todo su esplendor
agitando la tierra esas frutas vivientes
rozando la espuma del viento, la primavera que atardece en mi cuello
Abrazo la lumbre, el fulgor de tu mente
sombras de campanas mecen mi memoria en estaciones paranoicas
En un intento de zozobra el mar arrastra mi vientre como una luna
bermeja
fermentando ollares ígneos
camino en estragos como un astro inmenso escarbando sus patas largas
de coleóptero atormentado
camino al paraíso, a la urdiembre del destino
camino inusitado como las cúpulas de mi mano en alto.
Quiero
estallar la noche
como una granada
Vuelo crepuscular
que enciende mis antorchas
tu carne ya no es mi carne
vuelo de pájaro
de lujo
de pulpo ahorcado
la escarcha de tu búsqueda
ensangrenta mi blusa
atraviesa la vaina de mi espada
Siento que el mar
avanza entre mis pupilas
y un caballo grueso
vestido de calamar
se aproxima entre mi cuerpo
crepúsculo
abatida por el cielo
culminada entre la furia
rindo homenaje a las formas órficas
a la ceniza blanca que cubre mi nido
a la flauta prohibida que urge descalza
andanzas atrevidas
la risa no es otro eje
que el sacrifico del orgasmo
Nadie puede ensangrentar mi lujuria
mas que el propio verbo.
La luna
serpiente de agua
posa
su rostro sobre mi espina
Sé, que en tu tibio amanecer
me recuerdas
como una gota que perdura
Porque no hay una pirámide que estruja los acordes de mi ventana
Porque no hay un poema que se diluye en mi boca o un obsequio
que se incendia en el jardín prohibido
yo te adoro, como el crepúsculo que se aleja en la medianía del cielo
el relámpago que atraviesa mis entrañas
crujen como rocas acostadas entre el precipicio de la nada y el
centelleo de las estrellas
AZUCENA
mi niña
bambú en espíritu
medita detenidamente
en el infinito
SOBRE LA AUTORA
Sui-Yun es una poeta peruana nacida en Iquitos, Loreto (1955). Ha publicado Rosa Fálica (1983), Cantos para el mendigo y el rey (1999), Soy un animal con el misterio de un ángel (2000), Sueños de Otorongo (2004) y Cada vez que me ve el viento (2017). En 1980 – 1981 tradujo el Manifiesto Surrealista de André Breton. Actualmente reside en Santa Eulalia, departamento de Lima.
Imagen: Lee Poesía / Facebook