Silvio Valderrama Gómez (Santiago, 1990)
Licenciado en Letras Hispánicas. Poemas de su autoría aparecen en las antologías Demoliendo Teles (Vieja Sapa Cartonera, Santiago de Chile, 2013) y Fogata eterna (Hanan Hawari Editores, Lima, Perú, 2014). Contratiempo & Marea, su primer poemario, se presentará el próximo 27 de octubre en el Centro Cultural España (CCE Santiago).
Foto: Silvio Valderrama
Composición: Lee Poesía
Los tres poemas que compartimos a continuación corresponden a un libro que contiene dos colecciones de poemas. Una se titula Contratiempo y a ella corresponden el primer poema, “Tu biografía”. La segunda se titula Marea y de ella se desprenden “Pacífico” y “El sonido de las olas”.
TU BIOGRAFÍA
Quizás sea mañana, si lo hay, cuando despiertes
de una siesta breve y aturdida
oliendo el polvo acumulado en tus frazadas,
pegado al óxido en la sábana amarilla.
Te incorporarás, entonces, con esfuerzo
para encender un cigarrito y la pantalla,
y presionar la letra [ F ] para así
colmar de un brillo azul las cataratas
empañándote los ojos.
Quizás sea mañana que caerás
en cuenta de lo que fuiste parte el día
en que Zuckerberg cambió
así, sencillamente,
la palabra MURO por la palabra BIOGRAFÍA
y eras tan joven, fragilísimo,
arrojado hace tan poco
del siglo XX al XXI, hacia su abismo
presente y continuo.
Chorrea, así, y se va cayendo
está pasando, lo estás viendo:
la actualidad que desintegran esos textos
chistes, memes, gifs y comentarios
anécdotas, estados, poemas, diarios
presas de la obsolescencia
ya en su día, ya en su hora, en su minuto.
Tiempo al tiempo, entonces, y sin embargo
el pulso viral
su opinología
su posverdad y mentira
se te anduvo arrimando a los huesos
¿te acuerdas?
ese tiempo en que la literatura
autobiográfica gozaba
de tan buena salud
como el retrato en el espejo, como la selfie,
que te paralizó la mueca
con una frase al aire hecha,
con toda esa inconsistencia,
la proyección visual e incontinencia
verbal de todo este espectáculo.
Despertarás un día en que te llamen,
(si es que alguien llama):
oiga señor, oiga caballero!
y algún pendejo te diga viejo e’ mierda
y en la pantalla
verás
a duras penas
Tu Biografía:
los rostros luminosos de tus amigas muertas
el brillo a tope en los ojos de tus amigos muertos
el fulgor de la carne en los labios de tus amores muertos
unos cuerpos como recortados al sol de tu familia muerta
[ o bien ellos lo harán en tu reemplazo si ya no estás ]
y así
mirándote
irás
desfigurándote en el tiempo.
Leerás, quizás, los chats
que escribiste en esos veinte
atestado de pasiones varias
mientras olvidas conversaciones
que tuviste por la boca.
Extrañarás interacciones múltiples:
esa leve excitación en círculos rojos
provocada por aquellos
que siquiera conociste
todos esos que fueron y no fueron
desde la vieja guardia y un tonto amor de juventud
hasta ese hermano que se perdió en otro continente.
Verás
tu vida desplazarse
de abajo a arriba
esa vida que bien sabes no es tu vida
sino la impostura que permite
la escritura
la imagen
el reflejo
mediado que se hizo
parte íntima de lo que somos.
PACÍFICO
Me cuesta no sentir rencor cuando te veo
Mar Pacífico
y tus aguas intranquilas bañan
guatas, viejas cluecas, cabros chicos
chapoteando en tus orillas.
Me cuesta si recuerdo que esa espuma
pegada ya a sus cuerpos
lleva sangre.
No es tu culpa, lo sé bien,
que la tierra tiemble
agitándote, inquietando, recogiéndote,
para salirte rabioso
tragándote a mis hermanos.
No es tu culpa que los asesinos
te hayan elegido como fosa
para acallar en lo profundo de tu fondo
silencioso, tan oscuro y hondo,
a mis ancestros.
Pero me cuesta no mirarte con rencor cuando los pienso
llenos de ti, perdiéndose en tu inmenso
ir y venir sin culpa y sin remedio.
Me duele más cuando te miro en los reflejos
de los lentes oscuros que los vivos
llevan puestos para no quemar sus ojos
ese reflejo tuyo
y no reparan
y no recuerdan
tan solo olvidan
que eres un cementerio vivo
lleno de nombres perdidos para siempre.
Y así nos orillas, tan presente.
EL SONIDO DE LAS OLAS
El sonido de las olas
cruje en la madera que cobija
empapada a viento, brisa y lluvia
a esta altura de la madrugada.
El sonido de las olas
no cesa,
es como un mantra
de truenos,
un rumor que viene y va
en círculos interminables
a un ritmo que aletarga
y un rugir que agita.
El sonido de las olas
es un ruido todo blanco
incesante que me aleja
de cualquier control posible.
Este tronar rotundo no abandona
no descansa
no claudica.
No se acaba nunca.
Parece ser la tierra respirando
susurrando: soy eterna,
soy todas estas olas
más grande que tú,
estas olas
infinitas
que no callan.
Y los versos quedan cortos
no figuran ni la sombra
del furor
del sonido de las olas.