Compartimos una selección de poemas de Fidel Chaparro. Los primeros cinco pertenecen al libro Todos los zánganos son reinas, que obtuvo la mención de primer finalista en el concurso de poesía organizado por la Feria del Libro Zona Huancayo FELIZH 2014. Los otros dos son inéditos.
Iniciación
Al nacer parecía una granadilla pelada
me admiraba madre pelada
hijo pelada padre pelada era una pupa macho extendiendo su lengua para recibir
la primera gota de miel (la gota de la recién nacida)
a los ocho años conseguí los tacones de mi madre eran altos
rojos como reyes de caramelo sentados plácidamente sobre sus cetros
de joven mi lengua era una panty cerosa que vestía la cintura
hasta la punta de mis dedos comencé con el pie izquierdo
luego el derecho por fin pude mantenerme erguida
sobre mis glándulas gustativas
y la pupa murió mejor dicho se despojó de una inocencia
que nunca tuvo DESPERTÉ reina volé por ciudades
me rompí el labio de tanto dulce
perdí el aguijón por no decir que lo entregue ahora
con la cadera ondulante en estos reinos iluminados por girasoles
coronada al compás de una conocida canción:
y me solté el cabello me vestí de reina me puse tacones
me pinté y era bella
(el resto es conocido)
César Moro y una lágrima al borde del piano destrozado
a A3
He llegado al final del camino
un dibujo de la torre Eiffel adorna mi ventana
los gritos de los pianos asaltan las esquinas
estrellándose contra el atardecer
Respiraba del paisaje azteca
alimentaba manuscritos a tu nombre
los pies paseaban por calles circenses:
tigres de ensueño
y reptiles con piel marmoleada
lamían la médula del piano destrozado
Una inmensa tortuga invade el cielo
es la sombra del pequeño hombre
que juega a saberlo todo
y moja sus pies en un vaso de agua
Un hombre tímido
que dejó la horrible ciudad natal
en busca de la luz hecha arte
de la verdad ilógica del arte
consumido por la locura
Tu cuerpo apocalíptico
tu beso de demonio nocturno
Mi querido Antonio
he llegado al final de este sueño
toda mi devoción se resigna en papeles
esto es lo que me llevo
ya cansado por la espera
regreso nuevamente a Lima
con una lágrima al borde del piano destrozado
y un corazón estallado en mis pulmones
Antonio fue Dios
Soy un maestro de Literatura que por las noches rompe
exámenes y pasea despistado hasta la puerta de las discos –
algunas veces me llaman por mi nombre – chico recto
educado conocedor del francés – todo un caleta como se
conoce-otras olvido mi formación y solo quiero encontrarme
con ese soldado de aquella plaza de aquel guiño de aquella
historia – colecciono tortugas en vez de libros – y por venganza
emborracho uniformados y los rapto para admirar sus
testículos de estrella y decirles demonio maldito… demonio demonio
no me mires… no deseo enterrarte en México…
Lima es mi consolación
La Pedro aflora tarareamos boleros
ella tiene la furia de todas las mariquitas abejas mariposas
y libélulas
Reina masoquista de la noche
revela tus alas
detén el tiempo
tira al miedo
fantasea con espejos de salón
En los bares discuto la manera perfecta
de cómo los jóvenes deben ajustar los pantalones en las esquinas
la Pedro fuma elegante y sorbe de a pocos su trago
arranca hojas de mis cuadernos se acaba mis lapiceros
me pregunta ¿quién es el ser más hermoso?
Antonio loca
Antonio el único
Antonio se desnuda y pone su trasero donde sea
se talquea la cara estafa a los cándidos
su cariño son manzanas verdes
tienen fecha de caducidad (como los preservativos)
mientras más sopla la vela
más oxidación experimenta
Antonio no vino de una isla de héroes musculosos
fue habitante de algún enjambre
Había una vez un zumbido rectándose al amanecer
ese era Antonio
Antonio fue Dios
Ending
Manuel no existe
es un descuido de la memoria
un aguijón repetible
es la imagen del cuchillo
del gran cerro donde gente atolondrada
trafica la edad y lo reparte por mercados
Manuel no existe
porque cada vez que afirmo encontrarlo
no decide si ser
alto mediano
menor mayor
atlético rencoroso
decepcionante o sexualmente efímero
Lo digo nuevamente:
Manuel no existe
Tengo un bosque en mi espalda
y varios zánganos
haciendo el amor en ella
Extendiéndome desde la ventana
Una niebla de invierno
agita mis pulmones
Adicción al desaliento
Mis piernas bautizan labios
Escupen hacia los techos
Aparean insectos
Multiplica cantos
Plagas de cuarto a cuarto
No es necesario pedir permiso
Mis extremidades reciben la madrugada
Tragándose las fibras capilares
Jalándote a este recinto
Baba de insecto
Baba tan sólo baba de insectos muertos
Mi espalda sonriente
presenta una columna descalcificada
con signos de perder los nervios
¿Estarán tus manos clavándose a mi pelvis
ajustando mi corbata con un nudo más fuerte?
No es sólo encontrarte
con escupitajos en la punta del calzado
desnudarnos en aparadores
mientras los culos
transitan de la sonrisa a la tristeza
y los ojos palpiten en plena misa
excitándonos las axilas
con el sudor del cuero
y nuestras barbas rasuradas
consolándonos la maldita tensión
de repetir la rectitud
una y otra vez
ya que a cierta edad
seguimos alimentando al cavernícola
vestido de homo sapiens
contemplando su glande
a la espera de evolución.
OESED
“y la única belleza fue la imposible de tocar”
Violeta Barrientos
Me observa desde el otro lado
sus pupilas son labios abiertos
su ojo izquierdo me corta los cabellos
su ojo derecho me los hace crecer hasta los hombros
Él, respira desde el humor vítreo
murmura entre losetas blancas
y perfumadores artificiales
Él, es cuidador de escorpiones
no se acerca hasta que le guiñas un ojo
hasta que la túnica se levante
muestre lo escondido
y cometas de vapor le rocen las mejillas
Desde ese lado ausculta a los asistentes
le enloquecen los ombligos
padece de catatonia
Un atrevido pasado de copas
se saca el bóxer
muestra sus dientes
Los asistentes son cegados por la luciérnaga
posada bajo el peso de sus planetas
que cuelgan en una noche sin estrellas
Cáscara trigueña de testosterona
Tú que te escondes del otro lado
¿Cómo debe marcarte mis labios
y comprender tu belleza?
Estos huesos astillados
y polución de poemas en medias perdidas
Reumatismo diario por cargar mi túnica
y usarlo como manto pudoroso por las calles
Y sus dientes son pedazos de otros
sus ojos han sido devorados
es otro el que se ha quedado contigo
Satisfecho abre la puerta
sin siquiera observarte
Porque el otro lado es su lenguaje
Es alguien que duerme
y despierta cuando lo encuentras
sin importarle tu ausencia
sin revelarte verdades.