Antes de que se sellara la Independencia del Perú, un militar español no aceptó la capitulación del virrey José de La Serna. Por el contrario, decidió resistir en la fortaleza del Real Felipe, en El Callao, junto a sus soldados. Lo hizo durante dos largos años y en condiciones de inferioridad. Se trata del brigadier José Ramón Rodil. Hoy, su nombre toma importancia gracias a ‘El marqués en el exilio’, la reciente novela de Fabrizio Tealdo Zazzali. El historiador y escritor chalaco, en base a algunos datos verificables, ha construido una novela fluida y necesaria sobre uno de los personajes trascendentales de la Independencia de nuestro país, hasta ahora poco conocido.
‘El marqués en el exilio’, de Tealdo Zazzali, pertenece a la Colección del Bicentenario (Editorial Arsam), que a cerca de 200 años de nuestro nacimiento como nación, buscar ofrecer -desde la perspectiva de la literatura y la verosimilitud de dicho acontecimiento- una mirada más plural y menos rígida, sobre los sucesos que, iniciaron, contrastaron y definieron la independencia peruana.
¿Cómo nace tu interés por la novela histórica?
Yo estudié Historia, pero la vida y mis inclinaciones me llevaron hacia la Literatura. El tema histórico me llamó por formación.
¿Cómo te convocaron para este proyecto?
Es a partir de mi primer libro ‘Breve suma histórica del Perú fantástico’, una serie de cuentos históricos que recorren desde el chamanismo hasta la actualidad, que Juan Manuel Chávez, artífice de la colección junto a la editorial Arsam, me pasa la voz para escribir una de estas novelas. [Juan Manuel Chávez] me dijo “yo te pongo la época. Tiene que ser sobre la Independencia”. Yo me demoré dos segundos en responderle: “Yo siempre he querido escribir sobre Rodil y el Real Felipe”.
¿Por qué José Ramón Rodil?
Yo vivo en La Punta y toda mi vida he pasado por la Fortaleza del Real Felipe. Lo he visitado muchas veces con familiares militares, con mi papá, con el colegio o simplemente porque me daba la gana. Además tengo un interés que se ha desarrollado en los últimos años por el Callao. Veo que no hay ninguna obra literaria. Guillermo Nugent en El laberinto de la choledad, que se escribió en el año 1992, afirma que no existe propiamente una novela chalaca y desde entonces hasta la fecha creo que eso no ha cambiado.
Por ejemplo; Alejandro Neyra también nació en el Callao. Y curiosamente mi novela ‘El marqués en el exilio’ e ‘Historia de dos Bernardos’, su novela, se relacionan. Él habla de Torre de Tagle y en mi novela yo también hablo de Torre de Tagle, pero él lo desarrolla a profundidad, yo lo menciono. Al final, las novelas de la colección se terminan entrelazando sin haber sido algo planificado.
¿Qué busca esta colección?
La idea inicial era tener una mirada descentralizada del fenómeno de la Independencia. Distintas visiones. Tanto de los autores como de los puntos geográficos. Mi novela sucede en el Callo y en España. La de David Lozano sucede en Potosí. Otras suceden en Arequipa o en Cusco.
¿Consideras que hay eventos de nuestra Independencia que todavía son pocos conocidos o estudiados?
Creo que hay personajes trascendentales de la Independencia que no son conocidos, como Enrique Paillardell, un francés que estuvo en la Independencia. Él pasó de un bando al otro. Del Realista al Patriota. Rodil, aunque es el enemigo, no es recordado en ningún lado.
¿Te pareció heroica la resistencia de Rodil?
En parte, sí. A él lo reconocen en España. Es el único a quien no llaman Ayacucho. Le entregan la Gran Cruz de Isabel La Católica y una serie de dádivas. Hay un poco de obstinación en él. Trato de desarrollar eso en la novela. Rodil no acepta que el Perú pueda ganarle a España. Era también un carnicero. A veces hay grandes actos heroicos que no siempre están pensados o realizados para alcanzar el heroísmo. El hecho de Rodil en el Real Felipe, el mismo Bolívar lo dice: el heroísmo no es digno de castigo.
Bolívar se lo dice a Rodil y por eso no lo juzga y vive. Hubo varios actos heroicos y no solo de militares, también de civiles. Por ejemplo en la guerra con Chile, Francisco García Calderón se resistió a la ocupación chilena. Eso fue un acto heroico sin haber levantado nunca un arma. También los campesinos que están en el Valle de Mantaro, las mujeres y las rabonas. Hay una serie de actos heroicos que no son necesariamente de los grandes personajes.
¿Esta colección está pensada para un público específico?
Hay un intento por hacer un lenguaje directo y yo me esforcé porque sea así. Por la necesidades de la obra y por cómo empecé a investigar el personaje. El perfil psicológico me pareció muy importante. A Rodil lo traicionaron toda su vida. Y sí [las novelas] están dirigidas inicialmente para llegar al Plan Lector y a colegios. Todos los libros se podrían leer en el tercero y quinto de media. La idea es que los autores se involucren con los alumnos a través de talleres o seminarios.
La novela histórica puede ser una forma de acercar a los jóvenes a la historia y a la lectura…
Yo creo que la novela histórica puede ser más interesante para los alumnos. Además en los últimos años ya están interesados en ver procesos más que fechas en el colegio. Y creo que la [colección] es una manera de conocer a los personajes, ver el proceso de manera más amplia. Incluso de manera colateral.
¿Eres un escritor lector?
Sí, soy voraz. Pero a veces no se puede todo. Uno debe intentar leer siempre. Si no es Moby Dick o El Quijote, leer artículos, revistas o novelas cortas como esta colección.
¿La cantidad de libros importa o prefieres la relectura?
La cantidad es a veces engañosa. Una persona puede haber leído cinco libros pero no haber asimilado nada. Particularmente a mí me encanta la relectura.
¿Cómo intervinieron los datos históricos en el proceso de escritura de tu novela?
Los datos históricos a veces se pueden convertir en un problema, pero también pueden catapultar una historia muy interesante. En mi caso, investigué hasta que encontré que Rodil no tuvo descendencia y le heredó cosas a su mayordomo. Entonces dije ‘acá tengo una historia interesante, no tengo por qué buscar más’. Hay otros datos que pueden complicar, por ejemplo: el Real Felipe estuvo en manos de los españoles, luego lo recupera San Martín. Pero en el año 1823 hay un motín interno de dos sargentos bonaerenses porque no les pagaban.
Es ahí que los españoles, los realistas encarcelados, consiguen retomar el Real Felipe. Traen a Rodil y lo nombran Gobernador. Lo trajeron cuando estaba en campaña. Esto lo cuenta Neyra en su libro. Si contaba eso, iba a complicar la historia. Eso lo saqué. Yo creo que un autor es en parte editor. No puedes contar todo. Uno debe encontrar los hechos que van a enriquecer la tensión narrativa, más que enriquecerla con documentos o hechos.
¿Crees que esta colección abre un debate con miras al Bicentenario del Perú?
Yo creo que reabre varios debates. Porque el tema de la Independencia no se ha terminado de solucionar. Cuando Heraclio Bonilla habló de la Independencia concedida, todo el mundo se abrazó a su teoría. Entonces a nosotros nos independizaron los argentinos bonaerenses, los chilenos y los grancolombianos. Luego se empezó a cuestionar la posición de Bonilla. Está también lo que ocurrió en Cusco, donde hubo una declaración de la Independencia. Perú fue independiente por un mes en Cusco.
Esto se trabaja en ‘1814, año de la Independencia’, una de la novelas de la colección. ¿Entonces nuestra Independencia fue concedida o es que había mucho poder en el Virreinato español en el Perú y al Perú le convenía seguir perteneciendo a la Corona? Eso es otro tema. Creo que esta colección vuelve a poner sobre el tapete temas sobre la Independencia que no han sido totalmente solucionados. No se tiene una visión clara y unívoca sobre nuestra Independencia.
¿Tienes nuevos proyectos en mente?
Espero publicar varios libros sobre el Callao. Una novela y un grupo de libros de cuentos. Tengo cinco o seis proyectos de libros entre novelas y ensayos todavía encarpetados. Pero ahora solo quiero escribir sobre el Callao.
SOBRE EL AUTOR
Fabrizio Tealdo Zazzali (Callao, 1979). Obtuvo el primer puesto en el concurso de cuentos del Centro Federado de Estudiantes de Humanidades de la Universidad Católica, y mención honrosa en el Premio Copé de Cuentos y el concurso de cuentos de Editorial Matalamanga. Sus relatos han sido publicados en revistas como Buensalvaje y en antologías recientes como Ultraviolentos. Es autor del libro Breve suma histórica del Perú fantástico.
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*Entrevista publicada originalmente el 19/06/2017