Ana Luisa Ríos González
Nació en la ciudad de Nauta, en Loreto. Es licenciada en Educación por la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana. Egresada de la maestría en Estudios Amazónicos y la maestría en Escritura Creativa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Trabajó en el Programa de Formación de Maestros Bilingües de la Amazonía y participó en diferentes iniciativas sociales, educativas y editoriales en la región Loreto y Lima. Actualmente, escribe el poemario Anen, canto al viento.
Foto: Vanesa Elsa Zamudio
Maderero ausente
Las huellas dibujadas por los pies de mi padre
a u s e n t e
marcan el camino que sube la cuesta
miro desde la puerta esperando su regreso,
escucho una voz intensa y sonrío presagiando sus pasos,
pero en el puerto, cuando el bote se detiene
busco entre los pasajeros que descienden
y no encuentro su rostro.
Hoy no está mi padre,
recién se va y ya extraño su regreso.
¿Hasta cuándo dormiré para escuchar su retorno?
Ahora camina con botas de jebe,
cambió su libertad por un mosquitero viejo,
un par de pilas gastadas,
cinco kilos de alimentos y una camisa nueva.
Sus patrones lo convirtieron en uno de los mil pies
que cargan la madera como una cruz sobre el hombro.
Buscaré sus raíces en el corazón del triste monte
y su sabiduría con olor a palo santo
en el emponado de una casa que susurra su ausencia.
Waimaku
La muerte es una máscara
que huye ante tu sombra,
tigre cuyos rugidos ensordecen sepulturas
avizoras el destino de los hijos
antes de cortar el cordón umbilical.
La eternidad reposa en tus cabellos
y en sus flecos danza cadenciosa la lluvia
buscas arcilla al despertar
junto con tu compañera.
Eres paloma de paz y tigre en la guerra,
bebes masato de yuca
en vasija de diseño telaraña tián o tiág
tomas plantas sagradas del bosque frondoso
ayahuasca, tabaco y toé,
bajo una juguetona catarata,
hasta obtener la ansiada visión
un espíritu ancestral reposa en esas aguas
y te confiere el poder de Ajutap.